Los
efectos de la globalización ofrecen perspectivas útiles por las cuales se puede
evaluar el impacto de la cultura en el desarrollo nacional e internacional. La
globalización no sólo aumenta la sensibilidad hacia las diferencias, sino
también hacia las interdependencias (Shanker, 1998). La tecnología une al mundo
de muchas maneras. El dinero, las ideas, la información, el conocimiento y las
imágenes se mueven a través del mundo casi instantáneamente. Cada momento en la
historia y la complejidad de la vida social se abren a una pluralidad de
interpretaciones que suceden dentro de distintas trayectorias. Esta diversidad
prueba la resiliencia de la sociedad. La cultura cambia en respuesta a las
estrategias de la gente para adaptarse. El propósito de esta ponencia es
exponer el concepto de la cultura y su rol en la era tecnológica, y examinar su
relevancia en el desarrollo económico y social del mundo.
La tecnología, como parte del ambiente humano, está siempre ligada a la cultura. Esta no solo incluye métodos de sobrevivencia y de producción, sino también la creación del lenguaje, de los sonidos, del arte, etc. Su naturaleza es ambivalente, pues acelera la transferencia de información y de conocimiento, y crea nuevas preocupaciones y problemas como lo son la amenaza de las armas nucleares, la erosión del ambiente y el uso de los "clones." Los medios de comunicación en masa y la computadora, unen al mundo a través de sus redes, pero eliminan lo que es específico y retan la sobrevivencia de las culturas que son el corazón de todas las sociedades.
Cultura
Durante las pasadas décadas cambios económicos, tecnológicos y socio-políticos han transformado las culturas del mundo. El mundo ha ido cambiando gradualmente sus actitudes sobre la educación, el matrimonio, el divorcio, el aborto, la homosexualidad, sus creencias y prácticas religiosas, los issues que causan conflicto político y los incentivos que motivan a la gente a trabajar. Aunque las culturas cambian en respuesta al ambiente, éstas a su vez transforman el ambiente a su alrededor. Los efectos de la globalización ofrecen perspectivas útiles por las cuales se puede evaluar el impacto de la cultura en el desarrollo nacional e internacional. La globalización no sólo aumenta la sensibilidad hacia las diferencias, sino también hacia las interdependencias (Shanker, 1998).
La cultura abarca símbolos, significados, valores, instituciones, conductas y todos sus derivados, que caracterizan a una población humana identificándola y distinguiéndola de las demás. La palabra cultura lleva consigo su propio peso de asociaciones en lenguajes y tradiciones diferentes. Las culturas poseen:
- Un sistema de valores significativos (que le
dan significado a la existencia en su totalidad) y normativos (que proveen
reglas de conducta de cómo vivir la vida);
- una base compartida (territorio común,
historia, lenguaje, raza o antepasados), que identifica a la gente como
miembro de un grupo; y
- la voluntad o decisión de ser identificado
primeramente como miembro de esa comunidad (Shanker, 1998).
Por lo tanto, la cultura suple identidad, provee un sistema de significados y asigna un lugar a sus miembros en el esquema total de las cosas. Lo importante no es entender lo que es la cultura sino cómo las personas usan el término en el discurso contemporáneo. La cultura es una forma de vida como también lo es el contenido de las bibliotecas, de los museos, de los códigos de conducta religiosos y morales, etc. y se ha convertido en un término que describe la vida social de los individuos. Esta provee: lentes de percepción y cognición (cómo las personas perciben su mundo); motivos para la conducta humana; criterios de evaluación (bueno/malo, feo/bonito, terrorista/defensor de la libertad); bases de identidad (religión, etnia); modos de comunicación (lenguaje, arte e ideas); bases de estratificación (clase, rango, género); y sistemas de producción y consumo (Mazrui, 1990).
De acuerdo a Wild (1999) hay un consenso claro de que la cultura tiene que tener una influencia definitiva y bien fuerte en el diseño y el uso de la información, en los sistemas de comunicación y de aprendizaje, así como en su manejo, aunque no haya investigaciones identificables en estas áreas. En todas las áreas de la actividad humana, la conducta de las personas está afectada por los valores y actitudes que tienen y las normas que los rodean. Cuando los valores están ampliamente compartidos por un grupo de personas, éstas están provistas de mecanismos comunes por los cuales pueden entender e interpretar su mundo.
La cultura es más que una abstracción, consiste también de un sistema de símbolos distintivos junto con artefactos que capturan y codifican las experiencias importantes y comunes de un grupo. Significados simbólicos distintivos e importantes y valores se desarrollan alrededor de la información, de su uso y de su estructuración en cualquier grupo cultural. Cuando el acto de diseño estructural traslada la información en productos o artefactos de aprendizaje, ese artefacto incorpora influencias culturales como el punto de vista del diseñador instruccional, sus valores, ideologías, cultura, clase social y género y su compromiso con un paradigma en particular. Todos estos factores culturales que interactúan tienen una importancia particular para la difusión y la eficacia en el uso de la información, la comunicación y los sistemas de aprendizaje como la "web" o red electrónica, y los productos y materiales de aprendizaje provistos en esos sistemas (Wild, 1999).
Aunque los pensadores económicos creen que han construido modelos de mercados libres de valores, sus ideas fueron formadas por sus propias condiciones sociales y culturales. La mayoría de las personas a través del mundo se aferran a sus valores anclados en sus sistemas culturales. Por eso, es esencial mirar de cerca el rol que juegan esos valores en el desarrollo económico y tecnológico de los países del mundo. Una estrategia de desarrollo sólida requiere un examen crítico de los valores a la luz de las necesidades humanas modernas, que lleve a la formulación de metas para un desarrollo que sea apropiado a las personas en cuestión. Lo importante es definir esas metas considerando cómo las fortalezas de esa cultura, visibles o latentes, se pueden explotar para lograr esas metas.

A pesar de la globalización, las compañías que utilizan el comercio electrónico no pueden ignorar la cultura, las costumbres y el sistema social del país donde está expandiendo su negocio. La localización del comercio electrónico envuelve no solo la traducción del lenguaje sino también la adopción de las culturas locales de los sistemas sociales (Casey, 2001). Meshkati (2002) concluye en su estudio de transferencia de tecnología, que las teorías y modelos de análisis de la conducta que se desarrollan en un país reflejan las características de ese país y puede que no se puedan aplicar completamente a otros países. Por lo tanto, una organización que transfiere tecnología a un país con una cultura diferente debe intentar adaptarse completamente a las dimensiones culturales del país anfitrión.
El desarrollo es un proceso continuo que incluye a la tecnología y ninguna
cultura, sociedad e individuo están exentas de éste. Ese desarrollo es un
proceso recíproco que involucra a todos y que obliga a las culturas a
transformarse y a la vez hace que los sistemas de valores se prueben y que la
gente del mundo enriquezca sus puntos de vista. Las personas necesitan la
cultura. Ser capaces de decidir juntos cómo vamos a vivir colectivamente en el
sentido más amplio, qué vamos a valorar y qué vamos a creer, qué sentido le
vamos a dar a nuestra vida cotidiana. Los discursos sobre la cultura y la
modernidad sugieren que los términos culturales de modernidad no son fijos,
sino que están abiertos a cambios y a retos. Las culturas locales ciertamente
se van a transformar y se van a beneficiar de las culturas del mundo pero lo
harán bajo diferentes condiciones que apenas estamos comenzando a comprender.
Tecnología
La tecnología, como parte del ambiente humano, está siempre ligada a la cultura. Esta no solo incluye métodos de sobrevivencia y de producción, sino también la creación del lenguaje, de los sonidos, del arte, etc. Su naturaleza es ambivalente, pues acelera la transferencia de información y de conocimiento, y crea nuevas preocupaciones y problemas como lo son la amenaza de las armas nucleares, la erosión del ambiente y el uso de los "clones" (Atkinson, 1999).
Tecnología
La tecnología, como parte del ambiente humano, está siempre ligada a la cultura. Esta no solo incluye métodos de sobrevivencia y de producción, sino también la creación del lenguaje, de los sonidos, del arte, etc. Su naturaleza es ambivalente, pues acelera la transferencia de información y de conocimiento, y crea nuevas preocupaciones y problemas como lo son la amenaza de las armas nucleares, la erosión del ambiente y el uso de los "clones" (Atkinson, 1999).
Los medios de comunicación en masa y la computadora, unen al mundo a través de
sus redes, pero eliminan lo que es específico y retan la sobrevivencia de las
culturas que son el corazón de todas las sociedades. El mundo está unido de
muchas maneras a través de la tecnología. El dinero, las ideas, la información,
el conocimiento y las imágenes se mueven a través del mundo casi
instantáneamente. La transferencia de la tecnología se ha acelerado por el uso
de las computadoras y de los satélites. Cada momento en la historia y la
complejidad de la vida social se abren a una pluralidad de interpretaciones que
suceden dentro de distintas trayectorias. Esta diversidad prueba la resiliencia
de la sociedad. La sociedad se transforma y se adapta a los cambios en la
tecnología. La tecnología es conocimiento aplicado socialmente y los valores y
las creencias de esa sociedad son los que influyen en los efectos de esa
tecnología (Westby & Atencio, 2002).
La historia de la tecnología refleja la historia de la humanidad y revela una relación profunda entre incentivos y oportunidades, y condiciones socioculturales. Para cualquier desarrollo tecnológico tiene que haber un envolvimiento social: recursos, necesidades y un etos solidario (carácter común a un grupo de individuos que pertenecen a una misma sociedad).
La historia de la tecnología refleja la historia de la humanidad y revela una relación profunda entre incentivos y oportunidades, y condiciones socioculturales. Para cualquier desarrollo tecnológico tiene que haber un envolvimiento social: recursos, necesidades y un etos solidario (carácter común a un grupo de individuos que pertenecen a una misma sociedad).
El desarrollo económico exige aumento en la producción y esto requiere
tecnología científica. De acuerdo a Shanker (1998), la ciencia y la tecnología
son la base del poder, la clave de la prosperidad, simultáneamente son un
instrumento culturalmente poderoso que disuelve no solo la resistencia física
sino las actitudes de vida. La preocupación mayor de nuestros ancestros era
sobrevivir y tener albergue. Esa preocupación permea hoy en día, sea en el
Caribe o sea en Africa. Desde esos tiempos inmemoriables hemos adaptado
innumerables tecnologías. La diferencia hoy día es la forma acelerada que
estamos manufacturando conocimiento, y el impacto creciente que tiene esto en
las personas y en las familias (Hughes & Hans, 2001).
La tecnología y su interacción con otros sistemas técnicos y con factores económicos, sociales y ecológicos se ha convertido tan compleja y tan interrelacionada entre sí, que las compañías, industrias y naciones tienen que cooperar en muchos aspectos. Las compañías internacionales han aprendido que la cooperación es un elemento importante en el sistema competitivo. Alianzas, sociedades y colaboraciones, todas requieren supuestos compartidos y la habilidad de comunicarse, aunque cada cual persiga agendas diferentes (Pretzer, 1997).
La tecnología y su interacción con otros sistemas técnicos y con factores económicos, sociales y ecológicos se ha convertido tan compleja y tan interrelacionada entre sí, que las compañías, industrias y naciones tienen que cooperar en muchos aspectos. Las compañías internacionales han aprendido que la cooperación es un elemento importante en el sistema competitivo. Alianzas, sociedades y colaboraciones, todas requieren supuestos compartidos y la habilidad de comunicarse, aunque cada cual persiga agendas diferentes (Pretzer, 1997).
En el sistema global donde las distintas culturas y lenguajes separan al mundo,
la tecnología es un elemento cohesivo poderoso que las une. Como la tecnología
es un sistema de símbolos potente, es potencialmente una forma de comunicación
efectiva. Personas que no pueden hablar el lenguaje de otras personas, pueden
intercambiar, entender y aprender de los sistemas y diseños tecnológicos de
otros. El enfocarse en la competitividad nacional o individual no va a
conducir, a largo plazo, a motivar el aprendizaje y a promover logros. Tampoco
la competencia es un marco de referencia efectivo para trabajar con personas de
distintos países donde los issues de: escalas apropiadas, tecnologías ambientales
no invasivas, y la colaboración con las culturas oriundas y las tradiciones
tecnológicas son mucho más pertinentes que consideraciones de comercio
internacional (Pretzer, 1997).

El conocimiento tecnológico en sí no es suficiente, lo que es crítico son las
metas, los valores y los principios para los cuales el conocimiento es usado.
Hay que reconocer que sin humanidad y sin valores no puede haber aprendizaje
verdadero ni desarrollo de la sabiduría (Goleman, 1995). La meta final de la
educación tiene que ser una sociedad más justa, equitativa y participatoria, no
una sociedad de individuos más proficientes técnicamente. Hay que promover la
capacidad de las personas de ser seres pensantes, que sean capaces de criticar
y de retar, de crear y de superar. La enseñanza de la tecnología debe centrarse
en el amor por los seres humanos y no meramente en el esfuerzo de extender las
habilidades humanas y su dominio sobre la naturaleza. Esta debe desarrollar
modos de pensar que apoyen la justicia entre las personas, el respeto hacia el
ambiente y promuevan el bien común (Pretzer, 1997).
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